Alrededor del año 2000 se estuvo trabajando intensamente, por parte del Ayuntamiento y del Grupo Espeleológico La Lastrilla (G.E.L.L.), en un proyecto de apertura al público de la cueva de La Lastrilla para el que se invirtieron miles de horas de desarrollo.
El proyecto consistía en la construcción de un centro de visitantes junto a la carretera Castro-Guriezo (CA-520) y a la apertura de una galería artificial que conectara directamente con la zona central del sistema Cubilla-Lastrilla, logrando así un acceso cómodo que permitiera realizar un recorrido por las cavidades de forma accesible para el público general.
En cualquier caso, el objetivo final no era simplemente la apertura de una cueva turística en el municipio, el plan tenía objetivos más ambiciosos.
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Infografía 3D del espacio ocupado por el centro de visitantes y las galerías subterráneas. |
La apertura de la cueva era el pilar básico para generar ingresos que serían gestionados por una fundación, participada por el Ayuntamiento de Castro Urdiales, la Junta Vecinal de Sámano y el G.E.L.L. con el objetivo de reinvertirlos en la protección de otras cuevas, recuperación del entorno natural, financiar investigaciones arqueológicas y la apertura de un museo que generase empleo en la pedanía de Sámano.
La estimación era de unos 200.000 visitantes en los dos primeros años y, a partir del tercero, se cifraba en 80.000 visitantes anuales, suponiendo unos ingresos brutos de 30 millones de pesetas (180.000€), lo que permitía cubrir los gastos operativos con al menos un personal laboral fijo de: un gerente, un auxiliar administrativo y 4 guías. Además se podrían generar más oportunidades de empleo con los servicios de guía de espeleo-aventura, transporte, servicio de cafetería, etc. En total se estimaban a medio plazo 11 empleos fijos y 6-8 temporales.